Cofradías de amiguismos
y coterráneas amistades
y tertuliantes del café
y en la senilidad votar
con vuestro juicio
que a mi juicio es el acertado;
yo no sé lo que se os ocupa
en los momentos de vuestros juicios,
pero los juicios, juicios son,
y en el anonimato me destapo
y descubro las maravillas de los cielos
que el espíritu santo habita en los cuerpos
y que en los siniestros jurados se deja caer
como gota del océano que vuelve a retornar
en el abismo mundantil
y estéril se demuestra virgen en las letras
y como apostasado reduce sus dones
y limita sus milagros
pues sus lágrimas están hechas de arena
y sus ojos son los de María su Virgen Madre
y para que no ladre ningún superdotado
le doy la razón de su sueño
y en sus artículos veo lo de Académico
y en sus deliquios veo lo que veo, y ¿qué veo?
que ellos me lo digan
porque en su recuerdo
me acuerdo de sus citas
y en el cielo veo sus Obras
que como los maestros artesanales
se despojan de su Sabiduría
que se la dan a los demás.
Salinas, Asturias, invierno de 1994
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